SUPERCOOKIES DE CHOCOLATEEEEE!!!

" El chocolate no es un alimento sino un medicamento"

Esto lo leí el otro día por ahí y me gustó. No sé si será o no un medicamento, evidentemente no cura muchas cosas,  pero a mí comer un poco de chocolate me levanta el ánimo y ya solo por eso voy a considerar verdad esta frase. Yo necesito el chocolate casi a diario, y me lo raciono para no comerme la tableta entera. Ese momento chocolatero del día ummmmm. Pocas cosas son tan placenteras como este momento, alguna la hay ehh, pero pocas jijijiji.

Hacía tiempo que buscaba unas cookies  que fueran crujientes por fuera y por dentro tipo abizcochadas, que fueran simplemente deliciosas. Y aquí las tenéis, para mí las mejores cookies, de este tipo evidentemente, que he probado. Las finitas crujientes están superbuenas también pero me apetecía justo esta textura. Además grandotas, y así decir eso de: sólo me he comido dos!! Y no tener demasiados remordimientos después jajajajajaja. 

Os explico la receta, a ver que os parece.

Ingredientes:

175 grs. de mantequilla.

250 grs. de azúcar moreno.

1 huevo grande.
250 grs. de harina de repostería.

2 cucharaditas de vainilla.

45 grs. de cacao puro desgrasado.

1 cucharadita de levadura.

1/2 cucharadita de sal.

150 grs. de pepitas de chocolate.

Preparación:

Batir el azúcar y la mantequilla a temperatura ambiente hasta obtener una crema. Poner los huevos y la vainilla y seguir batiendo. Poner el cacao y mezclar de nuevo.

En un bol aparte mezclaremos la harina, sal y la levadura, mezclar e ir poniéndoselo  poco a poco a la mezcla anterior. Tenemos que conseguir una masa compacta y fácil de trabajar con las manos.

Cuando la tengamos  poner las pepitas de chocolate, guardar unas cuantas para poner luego por encima de las cookies.

Haremos bolitas grandes y aplastaremos ligeramente, colocar unas cuantas pepitas de choco encima, sino os la habéis comido, golosos!!

Meter las galletas en el congelador, mínimo media hora.

Con el horno precalentado a 180 grados, hornearemos las galletas, directamente sacadas del congelador unos 18-22  minutos.

Sacar y dejar enfriar sobre una rejilla antes de comerlas, este paso nunca lo cumplo y suelo probarlas calientes, dicen que pueden sentarte mal pero a mí hasta ahora no me ha sentado mal  ninguna y eso que he probado unas cuantas ya.

Advertencia: Son totalmente adictivas y corréis el riesgo de que tengáis que hornear más en pocos días. Por todo lo demás, comerlas solo os traerá cosas buenas. Bieeeeenn ya no hay operación  bikini!!

Fuente: Un mensaje en una galleta.