MASA QUEBRADA SALADA.

Buenos días, empezamos semana nueva y despedimos Febrero con ella.  

Como es Lunes y la mayoría estáis aún pensando en el finde os traigo una receta básica sin ninguna complicación pero que os aseguro que os servirá para muchísimas recetas. 

Para mí todos los cocinillas tendrían que saber preparar una buena masa quebrada. Yo he ido probado varias recetas hasta llegar a esta que es la que más me gusta y no se encoje en el horno.

 Cocinar es como tantas cosas de la vida, hay que ir probando hasta encontrar lo más "rico" y quedarte con ello, ayyy  creo que me estoy desviando del tema, Myriam centrémonos en la receta...

Como os iba diciendo, para mí era una especie de pesadilla este paso porque todas las masas quebradas que iba probando de sabor muy ricas pero yo quería que conservara la forma intacta. Hace ya tiempo lo conseguí y hoy os la traigo, en este caso como veis es la receta de la base salada, de la dulce hablaremos otro día.

La masa quebrada se caracteriza por ser simplemente deliciosa y deshacerse en la boca, y estando bien horneada y crujiente me encanta. Luego cada uno lo puede rellenar de lo que más le guste, aquí las opciones son tantas que creo que se podría hacer un blog entero sólo con quiches.  

Ingredientes:

250 grs. de  harina de repostería.

125 grs. de mantequilla ablandada cortada en cuadraditos.

1 huevo mediando.

2 cucharadas soperas de agua helada.

5 grs. de sal.

Preparación:

Pondremos la harina en la encimera de trabajo y formaremos un volcán con ella, echar la mantequilla en el hueco, el huevo sin batir y la sal. Mezclar todo con las manos.

Añadir las dos cucharadas de agua helada y amasar los ingredientes. Vereis que la masa se unirá poco a poco, amasar pero no demasiado solo para conseguir una textura homogénea y firme.

Formar una bola un poco aplastada, envolverla en papel film y meterla en la nevera una hora mínimo. La podéis tener en la nevera unos días sin problemas, solo aseguraros de que esté bien liada en el plástico.

Cuando vayamos a usarla espolvorear harina en la encimera, y poner la masa (sin plástico jijiji) encima, con el rodillo de madera se va extendiendo, puede que os cueste un pelín al principio pero luego ya veréis que es bien fácil. Iremos dando un poco la forma del molde que vayamos a usar, redondo, cuadrado, rectángular...

Para pasar la masa al molde, previamente untado en mantequilla, tendremos que enrollar la masa al rodillo sin presionar y así la vamos desenrrollando encima del mármol teniendo la precaución de que sobre masa del molde, ahora con los dedos vamos presionando suavemente la masa hasta que esté bien  puesta en el molde. Para quitar el sobrante de masa sólo tendremos que pasar el rodillo por encima del molde y ya tendremos la masa con unos bordes bien rectos, si lo hacéis una vez que enfriemos de nuevo la masa aún los bordes serán más perfectos. Pinchar con un tenedor el fonde del molde para que la masa no suba y meter una media hora en la nevera. 

Ya tenemos la masa lista para hornear, yo siempre que hago una tarta salada horneo un poco primero la masa así consigo que no se "moje" el fondo de la tarta después con el relleno y quede crujiente. La meto en el horno precalentado a 200 grados unos 8-10 minutos. De mientras preparo el relleno de la tarta y al sacarla le pongo el relleno dentro, graduo la temperatura según nos dice la receta y horneo. Os puedo asegurar que siguiendo estos pasos al preparar la masa quebrada el éxito está asegurado.